Nunca había participado de una clase de yoga tan poderosa y transformadora. La manera en que lentamente cada ejercicio va desocupando mi mente, permitiéndome conectar con mi cuerpo y su propia medicina. Sientes el descanso y la recarga de energía en cada célula del cuerpo. Mi momento favorito es la siembra de la intención en el sancalpa durante la meditación.

Hoy entiendo que si en mi día a día no puedo ejercer control sobre mi mente y mi cuerpo, no puedo decir que tengo una vida y que soy su capitán. Sandra conoce cómo llevar el cuerpo a un nivel de esfuerzo sano y a la mente a un lugar de quietud. Cada sesión se siente como un baño de autoconocimiento y amor propio.